TU FIDELIDAD ES GRANDE, TU FIDELIDAD INCOMPARABLE ES, NADIE COMO TÚ BENDITO DIOS, GRANDE ES TU FIDELIDAD.

 

ORACIÓN DIARIA: Jueves 1 de noviembre de 2012

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TU FIDELIDAD ES GRANDE, TU FIDELIDAD INCOMPARABLE ES, NADIE COMO TÚ BENDITO DIOS, GRANDE ES TU FIDELIDAD.

Señor Jesús, gracias por este nuevo día que nos das de vida, por el amor que demuestras en mi vida en cada instante, y en cada momento, gracias porque sin ti mi DIOS no soy nada ni nadie.

Hoy que inicia un nuevo mes vengo a depositar en tu manos poderosa la vida de mis padres, de mis hermanos, de mis hijos e hijas, de mis seres queridos, te ruego los guardes y protejas en todo momento y en todo lugar, protejas su entrada y su salida, ahora y siempre.

Asimismo, te entrego las cientos de peticiones de oración que han llegado por todas las vías a El Diario Cristiano Digital, tú conoces a todos y cada uno por nombre, tú has visto a cada mujer, hombres, joven y señorita, niño o niña, anciano o anciana que ha escrito, con fe, su petición, y hoy vengo ante ti a depositar todas las peticiones a tu trono de gloria rogándote intercedas por cada uno de ellos renovando sus fuerzas, brindando paz en sus hogares, en sus trabajos, en todo lugar donde estén, les cubras con tu preciosa sangre y suplas sus necesidades por tu infinita gracia, por tu infinita misericordia, por tu infinita fidelidad.

¿A dónde iremos Señor? No tenemos a dónde. Sólo tú eres el DIOS vivo, sólo tú tienes el poder para restaurar nuestras vidas, para calmar nuestras penas, para traer paz que sobrepasa todo entendimiento. Grande es tu fidelidad porque sin merecerlo nos brindas de tu amor, de tu protección y de tu infinita gracia.

¿Quién nos libra de el mal? Solo tú Señor. Tú eres nuestro socorro, nuestro pronto auxilio, Señor que nos das vida, Señor que nos sustentas, Señor que nos sana, Señor que levantas nuestra cabeza cuando creemos que todo ha acabo. Tú eres el Señor, tú eres DIOS.

Señor JESÚS, declaramos que te necesitamos en este mes de noviembre y en todos los días de nuestras vidas. Te necesitamos a cada instante, como el aire que respiramos. Gracias Padre Eterno.

Hemos elevado nuestra oración sabiendo que tú nos escuchas y nos alientas y que estás con nosotros, todos los días, hasta el final de los tiempos. Te hemos pedido, en el nombre de CRISTO JESÚS. Amén y amén.